"... dejarse llevar suena demasiado bien, jugar al azar, nunca saber donde puedes terminar o empezar..."

viernes, 30 de abril de 2010

Hoy la clase... EN LA CALLE...


Para que veas que las cosas que se explican en clase no son mentira...


Hubo un día que por las calles por las que vas a pasear con esta ruta, pasaron personajes tan ilustres como Cervantes, Quevedo, Galdós... sin duda, mientras que escuchas las explicaciones, cierra los ojos e imagínate como sería un día para ellos por esas calles...


A continuación te cuento, por donde pasearás.


La ruta guiada Un Madrid literario, del Patronato de Turismo de Madrid, propone a ciudadanos y visitantes adentrarse en un barrio que esconde parte de la historia del Siglo de Oro y aspira a descubrir, entre sus calles, algunos secretos de los autores y artistas que lo hicieron suyo.


Pocos conocen los acontecimientos y las anécdotas que tuvieron lugar en el Barrio de las Letras, una zona que, si bien hoy es visitada sobre todo por sus terrazas y su animado ambiente nocturno, en otra época fue donde se originó "una afición por el teatro y por la literatura que desbordó la ciudad".


Concha de La Torre, guía turística de la visita, siempre comienza con esta afirmación el recorrido, ya que entiende que "lo que resulta más impactante de la ruta es descubrir lo que hay detrás de los sitios por donde se ha pasado mil veces". Como la Plaza Santa Ana, ahora tradicional lugar de tapeo para madrileños y turistas donde antaño se estrenaron las más importantes obras de teatro español.En concreto, en el corral de comedias del Príncipe -donde hoy se levanta el Teatro Español- y en el corral de comedias de la Cruz, derruido en el XIX. Según cuenta Concha en el recorrido, la devoción por el teatro de los madrileños era tal que cada corral tenía sus "hinchas": los llamados chorizos defendían las representaciones del Corral del Príncipe mientras que los polacos hacían lo mismo con las de la Cruz.


Alrededor de los corrales comenzó a gestarse el Barrio de las Letras, donde no sólo acudieron a vivir los escritores para estar "cerca de su trabajo y de la competencia", sino a donde también se trasladaron los actores y actrices del XVII, que hicieron de él "el centro de la farándula".


La iglesia de San Sebastián, otra parada de la ruta, puede presumir de haber albergado muchos de los eventos sociales más importantes del barrio: allí fueron bautizados Ramón de la Cruz, Moratín y Benvente, se casaron Becquer y Larra, y fueron lloradas las muertes de Cervantes, Lope de Vega y Espronceda. Además es sede, aún hoy, de la Cofradía de la Virgen de la Novena, que desde 1631 protege y ayuda a los actores españoles.


La calle Huertas, conocida por sus bares de copas, es una de las partes más exitosas de la ruta, ya que sobre su adoquinado, citas de Pérez Galdós, Becquer o Espronceda, hace presentes a los autores en unas vías que hace tiempo transitaron.


Al llegar a la calle Quevedo, la guía contará la rivalidad que existió entre éste poeta y su colega, Luis de Góngora, a quien Quevedo logró que desahuciaran por retrasos en el pago del alquiler con el fin de quedarse él con la vivienda.


La visita termina frente a la casa de Cervantes, donde Concha cuenta, con cierto orgullo en los ojos, que en este barrio fue donde se imprimió la primera edición de El Quijote. Y es este último dato el que finalmente descubre a los visitantes cómo eventos que fueron rutinarios de aquel Barrio de las Letras han resultado ser fundamentales para la literatura universal.

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